
vino, a mi jardín,
la vaca sagrada de la literatura
vino con su lomo de no ser montado,
con los dos ojos anhelantes de toro negro,
con los mugidos rotos de vaca vieja
a comerme las flores, vino,
a morderme la ropa tendida,
como un caníbal,
vino, como un político,
a arengarme, a pisotear mi casa,
a cagar en mis cortinas, vino,
sí, a meter bulla al vecindario
y sembrar la discordia,
a perder las manzanas nuevas,
las brevas de los higos
que crecían como pechos en
los árboles fragantes y altos,
a espantar los pájaros
entonces,
harta, jodida,
le grité:“con tu leche a otra parte, vaca!”
y se fue con su vacuno trote
a jardines más fecundos
a mujeres más dóciles
a refregarse en sus faldas
como en un palenque
y se quedó ahí,
con las santas de siempre,
con las que hablan bajito
con las correctas
Elena Anníbali, Escritora argentina (Oncativo, Córdoba, 1978). Ganó el primer premio en el Concurso “Letras 2005” de poesía; el segundo premio de poesía en el concurso de la Sociedad Argentina de Escritores (Córdoba, 2005), y mención de honor en el Certamen Anual Internacional del Cuento Breve y Poesía de la Sociedad Argentina de Escritores (Sade, 2005). Ha participado en antologías de la Sade y en varias revistas culturales impresas y digitales.
La ilustración de Stuntkid