domingo, 17 de febrero de 2008

Herberto Helder. Flash.


Hay días en que basta mirar de frente a las gárgolas
para verlas chorrear sangre. Es cuando
la piedra está a plomo, cuando la estaca
solar se clava detrás de las casas y madura
como un árbol.
Pero también oí al agua golpear directa
en las tinieblas. Por un abrazo de la sangre yo estaba
condenado
al extravío mortal. Era un don que me fundía
a la substancia primaria
del terror.
Y a la riqueza y energia. Y a la tremenda
dulzura humana. Veo canalones derramando la masa
de las cúpulas, la forma, supremas rosas de piedra
rotativa.

¿Y qué león me besó boca contra boca crin y cabello
trenzados en una llama única?
Ese beso se me hundió hasta las uñas.
Me dispuso para bestia
soberbia, para el sueño, el brillo, el desorden
o la
carnificina. ¿De qué leche ardida, de qué matriz
u opulencia terrena
nos viene la condena? Si la piedra
tiene una raíz buscando vida en qué telas de carne,
hay encima un dios agudo,
de hendidura en el casco, y brazos tan abiertos que abarca todo el basalto,
como una estrella elemental. Detrás
de los rosetones
desabrochados. Del movimiento de estatuas
arcangélicas plantadas en el reflujo
de la piedra. Boca:
Burbuja de sangre.

Y hay una palpitación soturna, una
delicadeza en el duramen: el hueso vertebral que se asienta
en el centro, en el ano:
el falo- y en torno
gira la catedral. Lenta danza de dios, desde la oscuridad
hacia lo alto.

El leve poder de la luna apenas quema los ojos.


Herberto Helder, nació en Funchal, isla de Madeira, en 1930, aunque reside en Lisboa desde 1946. Es un nombre fundamental en el panorama de la poesía portuguesa.
Según nos contó Ismael Cabezas, a raíz de sus conversaciones con Antonio Gamoneda, éste dijo de él que es "el mejor poeta europeo vivo"
Podéis leer sobre el encuentro de Ismael con Gamoneda, en su blog Seconal
O el poema continuo, Editorial Hiperión. Traducción de Jesus Munárriz.


La ilustración es de Adrian Tomine.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gran Poeta. Y si Gamoneda dice de él que es el más grande poeta europeo vivo (imagino se excluirá a sí mismo de dicha categoría), entonces, sólo podemos callar e ir corriendo a por un ejemplar